martes, 7 de febrero de 2012

Presentámosvos a Tula, adoptada recentemente no Refuxio de Bando

Hola!

Mi nombre es TULA. Os voy a contar mi historia. Es una historia triste como la de muchos otros perros abandonados, por suerte, la mía tiene un final feliz.

Llegué al REFUXIO DE BANDO el 25 de Marzo de 2006. No tenía ni un añito cuando entré en el Refugio. Siempre he sido muy cariñosa, pero tenía un poquito de miedo al principio, porque no sabía ni dónde estaba, ni qué me iba a pasar.


Me metieron en un canil con más perritos en mi situación. Algunos buenos y otros un poco nerviosos, pero no me quedaba más remedio que acostumbrarme, porque parecía que iba a estar ahí un tiempo.

Los voluntarios/as me tomaron poco a poco mucho cariño, ya que yo intentaba siempre que me hiciesen mimos y me diesen caricias. Cuando salíamos de nuestro canil algunos corren por la hierba, pero yo prefería estar con personas y que me rascasen la cabeza. Iba pasando el tiempo y yo seguía allí.


Los voluntarios y el personal del REFUXIO DE BANDO me bajaron a algunas salidas a ver si tenía suerte y alguien se fijaba en mi bonito pelo atigrado. (La verdad es que tengo un pelito muy VINTAGE, como dice mi mami).


Pero el tiempo pasaba y pasaba y nadie se fijaba en mí. Entonces, casi sin darme cuenta, pasé a ser “Caso especial”. Aunque parezca mentira y yo sea una perrita muy especial, eso no es bueno. Ser “caso especial” en un Refugio quiere decir que ya eres “mayor” y que tienes menos posibilidades de que te adopten.


¿Pero cómo puede ser eso? No entendía nada. ¡Si llevo aquí seis años! Claro que he crecido, porque nadie me ha adoptado y, ahora, ¿Nadie me adopta porque he crecido? ¡Pues vaya sin sentido!
De todas maneras yo seguía siendo como siempre: CARIÑOSA Y ADORABLE (a pesar de ser “mayor” para algunos).


Entonces, un día de octubre llegaron unos voluntarios nuevos: ANA y DAVID. Se fijaron en mí desde el principio y siempre que venían a sacar a los demás perretes me venían a darme mimos. “Ienita” me llamaban. Por supuesto yo les correspondía y les daba muuuchos mimos (unos pocos más que a los demás voluntarios, jeje).

Y, sin darme cuenta, un día me hicieron una revisión veterinaria, me echaron gotitas en los oídos (no me gustan nada), Paloma y Patricia se despidieron de mí (con mucha alegría porque sabían que iba a un sitio mejor) y me fui con Ana y David en coche.


Llegamos a un parque, donde apareció otro perro al que parecía que también querían mucho Ana y David. Se llama “MOMO” y es un poquito “cabra loca”. Me olisqueó y parece que le gusté. Corrimos juntos por el parque, aunque yo, como no sabía muy bien dónde estaba, iba con un poquito de miedo.
Después fuimos a una casa ¡UNA CASA! ¡No me lo podía creer! Y resulta que había más animales con los que jugar. Eran dos gatos: MAPACHE y MAYA. Maya pasó un poco de mí (ahora sé que no es que esté enfadada conmigo, es que ella es así).


A Mapache le sorprendió un poco mi llegada. Él había llegado también hace poquito y, me parece a mí, que es el consentido de la casa.


Al poco de estar allí me bañaron porque decían que olía fatal (no sé por qué, porque yo creo que olía perfectamente) y me peinaron, secaron y dieron muuuuchoss mimos.

Me puse a inspeccionar la casa con mi nuevo “colega” MOMO. Descubrí un montón de cosas que no había visto nunca.


La tele, huesitos ricos, alfombras… y lo mejor de todo: EL SOFÁ. Por si alguien no lo sabe, es una cosa grande y mullidita muuuuyyy cómoda. A mí me encanta.


Me dejan subirme.. ¡Cuándo quiera! y es taaaaan diferente al frío palé que tenía que compartir con otros 5 perros…. Ronroneo de lo agustito que estoy. ¡¿Que los perros no ronronean?! Pues yo sí. Además a lo mejor otros perros no han estado 6 años en un refugio sin saber lo que era un sofá. Así que, YO RONRONEO.

Estoy muy bien. Me quieren mucho. He pasado de salir del canil cada tres días a salir ¡Dos veces al día! Soy muy buena con mis nuevos dueños, no hago nada en casa, los sigo a todas partes, como cuando comen los demás, soy muy cariñosa con ellos y con mis “colegas” gatunos y perruno… incluso les doy besitos. Les oigo decir que están muy contentos conmigo y que son mucho más buenos los perros del refugio (eso para que luego digan!).


Aún voy un poquito asustada por la calle… los niños gritones y los coches me dan un poco de miedo, pero mis papás humanos dicen que se me pasará. Ya casi llevo el rabito levantado del todo y cuando vuelven de la calle me alegro mucho y doy muchos saltos (gana MOMO que está un poco loco, pero yo me apunto al carro rápidamente).


Esta es mi historia, como la de muchos otros perrillos que están en un refugio y pasan ahí toda su vida. Yo he tenido suerte, me quedan muchos años de amor y cariño en esta familia, pero hay muchos amigos míos del REFUXIO DE BANDO (y de otros muchos refugios y perreras) que siguen esperando una oportunidad.


ADOPTA UN PERRO “MAYOR” (Sigo sin entender lo de “mayor”; yo estoy estupenda).

Firmado: TULA

6 comentarios:

Estela dijo...

TULA <3 <3

Rusco dijo...

Alédome moito por ela! O meu xefe mirábaa moito, tan linda con ese pelo vintage. Pero non sei por que el prefería un macho, e aquí estou eu, e non ela.
Que ben que agora ela tamén teña casa!

rulo dijo...

soy amiga de ana y david, y e otro dia nos fuimos de paseo con nuestros cuatro perros, dos mios, dos de ellos, tula es bueniña bueniña, u muy guapisima!!!! jejeje no habia mejor familia para tula, asi k todos contentos!!!

GALANTIQUA dijo...

lA VERDAD ES QUE CADA DÍA ESTÁ MÁS FALIZ! es un perriña adorable, muy muy cariñosa y muy agradecida... nos tiene a todos locos de amor...

Además me paran mucho por la calle para decirme lo guapa que es!!! ;)

Ana.

Rusco dijo...

A min tamén me paran na rúa para botarme piropos, e a xente que quere aos cans dáme agarimos.

Que non sexa tan presumida, guau!

vir dijo...

tula, te mereces o mellor