Los dos pit bull que ayer por la noche desaparecieron de la perrera coruñesa son los mismos que el pasado día 3, junto a un tercero, mataron a un caniche, mordieron en un brazo a un hombre y destrozaron el rostro de un joven. Alguien se los llevó. Entró por la noche en el recinto municipal, ubicado en una zona inhóspita cercana al parque de Bens, tiró abajo la puerta de la nave en la que se encuentran los animales más agresivos, liberó a todos y se llevó, curiosamente, a dos de los tres canes que protagonizaron el grave suceso. No conformes con eso, abrieron todas las jaulas, liberando a los demás perros. Uno de ellos, de los más pequeños, resultó herido por una mordedura.
Del propietario de los perros nada se sabe. Y eso que hasta el martes no hizo otra cosa que interesarse por sus canes. Llamaba todos los días a la perrera para preguntar por sus animales, pidiendo que se los devolviesen. De hecho, al día siguiente del ataque se presentó en el centro acompañado de unos amigos exigiendo la entrega de los canes. Fue tal su insistencia que tuvo que intervenir una patrulla de
31 puntos de sutura
El suceso que protagonizaron estos perros se produjo el pasado día 3, cuando una pareja paseaba a sus cachorros por un descampado cercano a la zona residencial de A Zapateira, en A Coruña. Allí se encontraban tres jóvenes en el interior de un vehículo y tres perros pit bull correteando alrededor. Los animales pertenecían a uno de los chicos que estaban en el automóvil, alguno de ellos en calzoncillos.
Entonces apareció la pareja que paseaba a sus dos cachorros. Los perros, al verse, se enzarzaron. Con tan mala suerte que el caniche de la pareja murió al instante debido a las dentelladas de los tres canes. El dueño quiso ayudar a su mascota. Pero salió mal parado, pues recibió un fuerte mordisco en el brazo. Lo peor se lo llevó uno de los jóvenes que estaban en el vehículo. Se metió en medio de los perros para intentar separarlos y le atacaron, mordiéndole en el rostro. Tal fue la herida que le tuvieron que practicar 31 puntos de sutura. Al lugar se desplazó una ambulancia, que trasladó a los heridos al hospital. También acudieron una patrulla de
En la perrera quedó un tercer can, una hembra de pit bull que con seis meses ya tuvo su primera camada. En los 13 días que lleva en el centro no se ha movido. Está nerviosa. Como la decena de canes peligrosos que recoge mensualmente la perrera municipal coruñesa.
Fuente: http://www.lavozdegalicia.es/galicia/2010/11/19/0003_8858532.htm
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