Los carabineros detuvieron a mis amigos,
les ataron las manos a los railes,
me obligaron como se obliga a un extranjero
a subir a un tren y abandonar la ciudad
Mis amigos enfermaron en el silencio,
tuvieron visiones en la cercanía de lo sagrado.
No la herida del inocente,
no la cuerda del cazador de reptiles,
en mi pensamiento la crueldad tiene nombre.
Me llamaron judío,
perro judío
comunista judío hijo de perro.
Este no es un asunto que se pueda solucionar con tres palabras
porque para cada uno de nosotros
esas palabras tampoco significan lo mismo.
Yo he tenido un perro,
he hablado con él,
le he dado comida.
Para alguién que ha tenido un perro
la palabra perro es fiel como la palabra amigo,
hermosa como la palabra estrella,
necesaria como la palabra martillo.
Juan Carlos Mestre
miércoles, 15 de octubre de 2008
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1 comentario:
maravilloso poema el de Mestre, creo que es de villafranca del bierzo, al otro lado de los montes, en el bierzo, que hondura y bondad, un perro para acariciar, gracias, gracias poeta
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